En los últimos años, el auge de las plataformas/aplicaciones digitales ha repercutido en las dinámicas económicas de nuestro país. Sin embargo, esta evolución también ha planteado importantes desafíos en materias de seguridad y condiciones laborales para las y los trabajadores de esta área, comúnmente conocidos como repartidores y repartidoras, quienes se encuentran en la primera línea de esta nueva economía de servicios.

Desde el punto de vista de la seguridad laboral, este grupo no solo enfrenta precarización, sino que también riesgos en su labor. A pesar de la flexibilidad y la oportunidad de ingresos que ofrecen estas aplicaciones, las y los trabajadores se ven expuestos a distintos peligros en la vía pública, además deben enfrentar las condiciones climáticas y largas jornadas de laborales. Cabe destacar, asimismo, la falta de infraestructura para bicicletas y motocicletas en distintos sectores de la ciudad, lo cual agrava las ya precarizadas condiciones de los puestos de trabajo.

A raíz de esta realidad a la que se ven enfrentados los y las trabajadoras de plataformas digitales, es que la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO) realizó un estudio sobre las “Condiciones de Seguridad, Salud, Trabajo y Empleo en Trabajadores y Trabajadoras de Plataformas Digitales (Reparto y Transporte de Pasajeros)” , en el cual se detectaron los siguientes riesgos:

• Riesgos Económicos: Los ingresos económicos dependen exclusivamente de la cantidad de repartos que se realicen. En caso de no hacerlos, por algún tipo de contratiempo que haya sufrido el o la trabajadora, se verían sumamente afectados. Por otro lado, se encuentran las multas o penalidades a las que pueden ser sometidos o sometidas, en caso de no contar con los documentos necesarios para realizar su labor.
• Riesgos Psicosociales: La necesidad de ser puntuales con los pedidos que haya requerido el cliente, con el fin de obtener una buena calificación, se traduce en un alto nivel de estrés. Incluso se advierte el sentimiento de inseguridad que tienen respecto a la exposición constante de asaltos, robos o situaciones de violencia derivadas de la falta de información certera respecto a sus destinos, lo que puede provocar discusiones con las y los consumidores.
• Riesgos Físicos y Ergonómicos: Malestares de espalda, muscular o en el tren inferior y superior, dolores de cabeza o sensación continua de cansancio que les puede generar problemas para conciliar el sueño a causa de la constante ansiedad.

Con respecto a esta materia, como Instituto de Seguridad Laboral, hemos identificado que uno de los principales problemas que enfrentan las y los trabajadores es la falta de conocimiento respecto a las coberturas que otorga la Ley 16.744 del Seguro contra Accidentes del Trabajo y Enfermedades Profesionales. En este sentido, el Instituto Nacional de Estadísticas durante 2022 realizó una estimación de que un 94.9% de este grupo no emite ningún tipo de boleta como honorario, lo cual repercute en su vulnerabilidad.

Para abordar estos problemas, desde el ISL como Organismo Administrador Público de la Ley 16.744, realizamos las siguientes recomendaciones:

• Infraestructura Segura: Las ciudades deben invertir en instalaciones seguras para ciclistas y motociclistas, tales como ciclovías bien señalizadas y separadas del tráfico vehicular, así como también áreas de carga y descarga adecuadas, lo que puede reducir significativamente los riesgos asociados.
• Educación y Capacitación: Los repartidores deben recibir formación adecuada sobre seguridad vial y prevención de riesgos laborales. Las plataformas de entrega pueden desempeñar un papel crucial en esto, proporcionando los medios para lograr este objetivo.
• Monitoreo y Control: Implementar sistemas de seguimiento que velen por el bienestar de las y los repartidores. Esto incluye la posibilidad de pausas adecuadas y límites en las horas de la jornada de trabajo.

Desde nuestra Institución, continuaremos con el compromiso de promover políticas y prácticas que garanticen condiciones de trabajo justas y seguras para todos y todas las trabajadoras, adaptándonos a los desafíos y oportunidades que presenta la economía digital.